Quiero comentar algunas estrategias para emprender una empresa o proyecto sin tener miedo, que me han funcionado para emprender un negocio. Lo que he observado en la mayoría de comentarios que recibo es el miedo que las personas tienen, sea a perder su capital, a que no funcione el negocio, en pocas palabras al fracaso (tanto empresarial como personal).
1. Educarse para perder el miedo a emprender
El problema número uno que veo en los comentarios que recibo, es el hecho de que realmente la gente no sabe de negocios. Te puedes dar cuenta de eso en la forma en que plantean las preguntas como “Qué negocio pongo en X ciudad”; puedes poner cualquier negocio que quieras, todo puede tener éxito.
Realmente esa es una pregunta incorrecta, por ejemplo, una pregunta que me diría que ya tiene conocimientos de administración o de Negocios es “Qué estrategia de ventas me recomiendas para vender más ropa”, ya es alguien que está usando el léxico común en negocios.
No estoy tratando de ofender a nadie; el punto es que hay una diferencia en la “forma de pensar” de alguien que sabe de negocios a alguien que no.
Una persona que ya tiene conocimientos entiende la empresa de otra forma totalmente diferente, por ejemplo, el hecho de que los costos son una de las bases fundamentales para tener un negocio rentable, o que el conocimiento del consumidor es importantísimo al momento de diseñar la publicidad que usamos, definir los precios, los paquetes que vamos a ofrecer, la presentación del producto, la ubicación, etc.
2. Invertir poco dinero
Parece obvio el pensar en invertir poco dinero en el primer negocio que pongamos, pero es algo que se pierde de vista cuando empezamos a gastar dinero en inventarios, acondicionamiento, máquinas, etc.
Tengo muchos amigos de la carrera que decidieron invertir desde 500 a 1 millón de pesos en su primer negocio; el resultado fue catastrófico, el negocio no funcionó y tuvieron que cerrar.
En si NO ES MALO FRACASAR en el primer negocio, esa es la forma incorrecta de plantear la situación. Es COMÚN que el primer negocio sea difícil, y es muy probable que tenga que cerrar. Sin embargo, la cantidad de lecciones de vida y de negocios que nos deja es una lección INVALUABLE, que realmente le servirán para futuros emprendimientos.
Regresando al punto de no invertir mucho dinero, si planteamos la idea de que “puede ser que no funcione”, podemos prevenir el invertir demasiado dinero y buscar formas de ahorrar al crear el negocio.
Por ejemplo, una ubicación ideal para un negocio de primera vez es el centro de su ciudad. Hay varias ventajas, como rentas baratas, mucho tráfico de personas, facilidad para vender y promocionarse (incluso en la calle), etc.
Otra forma es empezar un negocio en casa, ya hemos platicado en otros artículos de cómo hacer esto y qué se requiere, no basta decir que la inversión es baja debido a que no pagamos renta de un local.
Una tercera forma de bajar la inversión necesaria es utilizando un sistema de comisiones, outsourcing, freelance para su personal; es decir, en vez de pagar un sueldo fijo, para basado en los resultados una comisión por cada venta. Recuerde que el gasto en recurso humano empieza a sumar bastante dinero una vez que recluta a varios empleados.
Otra idea para ahorrar dinero es conseguir un proveedor que le dé el producto a la venta a consignación; es decir, realmente no esta comprando un inventario que no sabe si se va a vender, sino que el proveedor se lo “presta” hasta que lo venda, si no lo vende lo devuelve. Si hay muchos proveedores que están dispuestos ha hacer esto, pero requiere de búsqueda y negociación.
Otra forma es eliminar el aspecto del acondicionamiento. A esto me refiero a olvidarse de “hacer bonito” el local, de gastar dinero en mesas, sillas, mobiliario, que probablemente no sea un factor real para que se desarrolle una compra.
Un ejemplo muy común son los negocios que venden barato, como los negocios de todo a $3 pesos. Realmente no importa si pone el producto en una mesa de plástico, con un buen anuncio y un buen precio es suficiente para el consumidor promedio.
3. Conseguir un socio
Tener un socio que lo complemente, en términos de habilidades, conocimientos, o aspectos financieros, operativos o de ventas, es una excelente estrategia para empezar un negocio.
Este aspecto que comento de complementarse es necesario para tener éxito. Necesita a alguien que piense diferente la forma de resolver problemas, no que le de siempre la razón.
Por ejemplo, mi socio sabe muy poco de tecnología, o del aspecto de creación de contenido, páginas, venta de productos, etc. Sin embargo, me complementa en el aspecto de resolución de problemas, por ejemplo al momento que importamos productos, que queremos expandirnos a otros locales, etc.
Otro aspecto que debe de tomar en cuenta cuando busque un socio es la confianza. Así como me han tocado socios que puedo confiar, he tenido experiencias con personas que al final de cuentas se canceló el proyecto al no existir confianza en las decisiones, labores o lo más importante, el manejo financiero de la empresa.
4. Enfocarse en sus fortalezas
He comentado la idea de que no se trata de empezar cualquier negocio; ciertamente hay oportunidades que el emprendedor experto puede aprovechar a pesar que no sean su campo. Por ejemplo, en mi caso manejo varios sitios de comercio electrónico de productos que realmente no me interesan y no uso, pero que se venden bien. Sin embargo, sé que mi fortaleza es el comercio electrónico, no es la venta de producto X, Y o Z.
El emprendedor novato tiene que analizar sus fortalezas y debilidades para definir qué negocio poner y qué negocio no poner.
Hacer esto sólo requiere hacer una tabla y generar una lluvia de ideas de:
Fortalezas:
- En qué soy bueno
- En qué tengo experiencia
- Qué estudié
- Qué me sale bien
- A quiénes conozco que me puedan ayudar
- Qué habilidades tengo
Debilidades:
- Qué me da miedo
- Para qué soy malo
- Qué recurso no tengo (por ejemplo, tiempo, dinero, relaciones públicas, etc.)
Las fortalezas que encontremos en nosotros mismos deben de ser la base del negocio, o del modelo de negocios.
Por ejemplo, alguien que tiene poca capacidad para tratar con la gente tiene que buscar un modelo que le funcione, como los negocio de internet, un servicio de creación (traducción, desarrollo de software, planos arquitectónicos), y buscar la forma de resolver sus debilidades.
Siguiendo el mismo ejemplo, un socio que maneje las relaciones públicas, que busque ventas, que tenga facilidad para hablar con la gente es una excelente opción.
5. Empezar un negocio despacio
Un factor que aumenta el miedo a emprender un negocio propio, es el tiempo y la dedicación necesaria.
Por ejemplo, es una mala decisión (como comenta Robert Kiyosaki en uno de sus muchos libros de motivación), es renunciar a su trabajo, quemar todos los puentes, todo para obligarse a empezar su empresa. ¡Esto es una pésima decisión! No lo va a motivar, sino a introducir el factor “necesidad” antes de “pasión” en la ecuación.
Para las personas que tienen un trabajo fijo, lo más importante es crear un plan personal donde nos propongamos metas que nos lleven a tener un negocio, sin renunciar al trabajo.
Fíjese como no hablo de un plan de negocios, que será una parte del proyecto, sino un plan personal donde proyectemos qué tenemos que hacer, qué tenemos que arreglar antes, qué tenemos que aprender para lograrlo, quiénes nos pueden ayudar, etc.
Otro consejo es hacerlo en pluma y papel. A pesar de que la tecnología nos facilita la vida, un Plan de Vida o un Plan Personal debe de ser (como indica el nombre) personal, suyo, que lo pueda sentir, doblar, gastar, con el tiempo y con su trabajo.
Por ejemplo, en mi mesa tengo un calendario que rayo hasta que no cabe una palabra más con todas las actividades que tengo que hacer. Al final del año, se siente bien saber qué trabajé bastante (como lo muestra el calendario) y tuve resultados positivos.
Finalmente, no se desanime, todos vivimos momentos difíciles (hay personas que en este momento no tienen que comer o donde dormir).
Saque sus pensamientos negativos (por ejemplo, teniendo un diario personal), y lávese la cabeza con pensamientos positivos.
El cambio empieza por la forma que pensamos, no inicia desde afuera esperando a que algo pase.
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